Como todos los países, España ha atravesado en las últimas décadas épocas de subidas y bajadas, de crisis y riquezas, de escasez y de excesos que le han hecho situarse donde hoy día está, volviendo ser uno de los países más avanzados gracias a la serie de cambios políticos y económicos que se han realizado desde los años 90; con la llegada al gobierno de Felipe González Márquez.
Antes, desde los años cincuenta hasta mediados de los setenta, el país experimentó uno de sus mayores crecimientos jamás visto antes, adelantándose a países como China, quien la tuvo en los noventa. De esta forma, tras el deterioro de la dictadura de Franco y con la implantación de la monarquía, se consiguió iniciar una importante recuperación. Tras la recesión de la crisis económica del año 2008 que afectó al mundo de manera general, la economía española se sumergió en el peor periodo económico de su historia moderna, dejando aparte episodios como guerras civiles o similares. A pesar de todo, España supo superar las adversidades y crecer a nivel económico, asistiendo desde la segunda mitad de 2013 a una recuperación desigual pero próspera.
La situ
ación en los años 2010 fue la siguiente: mientras que en anteriores épocas, el crecimiento iba acompañado de desequilibrios externos y de un deterioro de la competitividad, que acababa provocando una nueva recesión; el ciclo expansivo que atravesó España fue un cierto inusual al mantener un gran superhábit externo y una inflación contenida, en línea con la evolución de los precios en otros países de nuestro entorno. Por ello, hoy es un país moderno que ocupa el primer lugar en Europa en el gobierno igualitario, sólo superado por Finlandia. En la actualidad forma parte del grupo de países con un nivel de desarrollo más avanzado. Participa activamente en los principales foros y organizaciones internacionales como la ONU, la OTAN, la OCDE y el G-20.
España es, además, estado miembro de la Unión Europea, el principal bloque económico del mundo, y mantiene su firme compromiso de avanzar en la integración del continente. Todo ello ha incentivado la inmigración hacia nuestro país, siendo uno de los mayores receptores de Europa al haber creado de igual manera nuevos puestos de trabajo. También sabe cómo crear empresas y marcas multinacionales que confían en sus capacidades innovadoras para posicionar e innovar sus respectivas industrias. Lo más llamativo de esta situación es el hecho de que España realizó todos estos cambios en tan solo unos años. Pero bien, hoy día (a pesar de que poco a poco la crisis va viendo su final) la crisis financiera causada por el COVID-19 ha hecho que los países den un paso hacia atrás en sus economías, produciéndose una nueva recesión de la que ya son apreciables sus consecuencias en niveles de pérdidas en el PIB, además de demográficas.
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