Keynes contribuyó a la estimulación del pensamiento económico, y la forma más efectiva en
la que expuso sus argumentos fueron los folletos. El libro “Ensayos de Persuasión” es una
recopilación de este tipo de escritos.
La mayoría de estos ensayos tenían como
fin influir sobre la opinión pública, y esto acarreaba un inconveniente que era el hecho de poder
enfrentar a los espectadores contra sus convicciones, por ello fue muy cauteloso a la hora de
exponer sus ideas, intentando evitar argumentaciones injustificables, principalmente en las tres
primeras partes del gran escrito: El Tratado de Paz y las deudas de guerra, la política de deflación y
la vuelta del patrón oro.
Sus teorías económicas surgieron de la experiencia práctica de tres grandes crisis que tuvieron lugar a lo largo del S. XX. - primera posguerra, el Crack del 29, y la segunda posguerra-. Defendía que el nivel de empleo de la economía moderna estaba determinado por tres factores: el porcentaje de cualquier incremento en la renta de las personas, el incremento en las tasas de retorno y el precio del dinero o pago estipulado. ¿ Pero cuál es su principal propósito ? Es aquí donde entra su principal tema central contenido desde el principio hasta el final de su obra: El problema de la necesidad, de la pobreza y de la lucha económica entre clases y naciones; el problema económico, no es sino una espantosa confusión, una transitoria e innecesaria confusión. Puesto que el mundo occidental posee los recursos y la técnica, ojala se pudiera crear la organización para poder gestionarlos, permitiendo así reducir el problema económico, y desplazarlo a un segundo plano.
El Tratado de Versalles
establece las condiciones que se impusieron a la Alemania derrotada en la primera Guerra Mundial,
obligando a Alemania a pagar numerosas y cuantiosas indemnizaciones a los países vencedores,
especialmente a Francia. Preocupado Keynes por la repercusión que tendría este gran esfuerzo por
cubrir las deudas a nivel internacional, tratando de establecer el mejor método posible para hacerlo.
Él apoya el hecho de que asegurar un sistema de plazos a largo plazo únicamente traería consigo
ventajas y es por ello por lo que afirma que si los Bancos de la Reserva Federal de EEUU, el Banco
de Gran Bretaña y el Banco de Francia decidieran entre ellos una estrategia para reactivar los
prestamos a largo plazo, disminuirían las presiones económicas del sistema.
El patrón oro no es uno de los mejores sistemas para determinar el valor de
una moneda, dando a entender en su explicación que el verdadero problema es económico y es por
ello por lo que apuesta, antes que por un control del valor de la moneda, por un control en los
precios tratando de mantenerlos en un nivel moderado para evitar dos de los fenómenos más
temidos por las economías como son la inflación y la deflación. Hablando de la inflación y la
deflación, nuestro autor dedica una parte de su volumen de folletos a explicar ambos y finalmente
llega a la conclusión de que aunque ambas no son deseadas por nadie la deflación constituye un
mayor riesgo debido a que lleva consigo un empobrecimiento del trabajador.
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